domingo, 27 de novembro de 2011

A irresistível ternura dos loucos.

Não conheço ternura maior que esta ternura de loucos.
E dias há em que imagino

a voz de amelita baltar a narrar a história da minha vida enquanto a vivo
o bandoneon de piazzolla, vibrante e apaixonado, a libertar a insanidade pelas ruas
as palavras de horácio ferrer confessando pelas pracetas da cidade portenha:

"ya se que estoy piantao, piantao, piantao" . .



"Las tardecitas de Buenos Aires tienen ese que se yo, viste?
Salis de tu casa por Arenales.
Lo de siempre: en la calle y en mi...
Cuando de repente, detras de un arbol,
se aparece él.
Mezcla rara de penultimo linyera
y de primer polizonte en el viaje a Venus:
medio melon en la cabeza,
las rayas de la camisa pintadas en la piel,
dos medias suelas clavadas en los pies
y una banderita de taxi libre levantada en cada mano.
¡Ja, ja! Parece que sólo yo lo veo.
Porque él pasa entre la gente,
y los maniquíes le guiñan;
los semáforos le dan tres luces celestes,
y las naranjas del frutero de la esquina
le tiran azahares.
Y así, medio bailando y medio volando,
se saca el melón, me saluda,
me regala una banderita, y me dice...


Ya se que estoy piantao, piantao, piantao...
No ves que va la Luna rodando por Callao;
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor... Baila! Veni! Vola!

Yo se que estoy piantao, piantao, piantao...
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrion;
y a vos te vi tan triste... Veni! Vola! Senti!...
el loco berretin que tengo para vos:

Loco! Loco! Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sabana vendre
con un poema y un trombon
a desvelarte el corazon.

Loco! Loco! Loco!
Como un acrobata demente saltare,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloqueci tu corazon de libertad...
Ya vas a ver!

Y, así diciendo, El loco me convida
A andar en su ilusión super-sport,
y vamos a correr por las cornisas
¡con una golondrina en el motor!
De Vieytes nos aplauden: “Viva! Viva!”,
los locos que inventaron el Amor;
y un angel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.

Nos sale a saludar la gente linda...
Y El loco, loco mío, ¡qué sé yo!,
provoca campanarios con su risa,
y al fin, me mira, y canta a media voz:

Quereme asi, piantao, piantao, piantao...
Trepate a esa ternura de locos que hay en mi,
ponete esa peluca de alondras, y vola!
Vola conmigo ya! Veni, vola, veni!

Quereme asi, piantao, piantao, piantao...
Abrite los amores que vamos a intentar
la magica locura total de revivir...
Veni, vola, veni! Trai-lai-lai-larara!
¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
¡Loco él y loca yo!
¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
¡Loco él y loca yo!"

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